Otro científico cubano incursiona con éxito en la producción vinícola

Atraído desde muy joven por la enología y la cultura vitivinícola, David Diago Abreu, ingeniero químico del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba, es otro científico cubano que ha incursionado con éxito en la producción de vinos.

De acuerdo con el también trabajador por cuenta propia (TCP) Diago Abreu, decidió asumir la fabricación y elaboración de bebidas artesanales de ese tipo en la Mayor de las Antillas dado el interés que siempre despertó en él la legendaria ciencia del cultivo de la viña y sus cualidades alimenticias y médicas.

Recordó que se graduó como ingeniero químico azucarero en la Universidad Tecnológica de La Habana, José Antonio Echeverría (Cujae), en 1989, pero se le dio la oportunidad de trabajar en el CIGB en la producción de enzimas industriales para uso en la industria azucarera.

En dicho centro científico citadino trabajó por muchos años en la producción de vacunas, no obstante, en 1991, su madre le entregó un folleto publicado por el Ministerio de las Fuerzas Armadas (Minfar) para producir vinos artesanales, basados en el Club de Vinicultores Cubanacay de Villa Clara, que le abrió el universo de la producción de vino.

A partir de ese momento, significó Diago Abreu que resultó para sí mismo prácticamente un hobby producir vino de frutas en un pequeño botellón de cristal de unos 20 litros en su casa con el propósito de consumir por su propia familia, y que nunca pensó en comercializarlo fuera de casa. 

Unos años después, señaló el especialista del CIGB, comenzó a elaborar vino de naranja, seguido por guayaba, piña, tamarindo y plátano, entre otros, que con posterioridad decidió embotellar en atractivas botellas de cristal de ese tipo originales.

Luego, rememoró que junto a su esposa Rebeca Bouyong fundó “Boudiag”, la suerte de pequeña empresa o proyecto de TCP con el nombre de la marca de su futuro vino con un tipo de botella especial seleccionado y una etiqueta propia, con los cuales asumiría la producción de sus futuras bebidas exclusivas.

Al respecto, Diago Abreu reseñó que bajo el lema “Fomentando Conciencia” nació la marca “Boudiag”, y el reto era producir vinos con frutas tropicales con muy óptima calidad y comerciales, así como vinagre, vegetales probióticos naturales y sodas, entre otras bebidas y licores.

Recordó el ejecutivo que en todos estos años han experimentado en la elaboración de vinos con mucha calidad a partir de otras frutas, dígase mango, ciruela, maracuyá, fruta bomba, pera roja, entre otras, aunque todo depende de la época y la cantidad que se adquiera. 

Sobre la elección del nombre de la marca de la futura empresa o bodega, recordó el ingeniero químico que nació a partir de la alianza de las primeras palabras de los apellidos de su esposa Rebeca Bouyong y del suyo David Diago, ambos de origen francés. 

Aunque aún hoy su producción vinícola es modesta, han ido mejorando la calidad de los vinos y en estos momentos los comercializan no solo en el CIGB y zonas aledañas, sino también en el barrio y en otras partes de la ciudad capital con mucha aceptación.

No obstante, lo más aceptado en el comercio de nuestra TCP es el vinagre artesanal que iniciamos su producción desde 2019, y que en la actualidad es tres o cuatro veces más aceptado que al principio de la producción, aunque, insistió, seguiremos mejorando en la calidad del vino, el cual ya cuenta con licencia sanitaria.

Recordó además que hoy es miembro del Club de Vinicultores de La Habana “La Giraldilla”, el cual agrupa a los mejores productores de este tipo de bebida en la ciudad, y a través del cual puede participar en diversas actividades nacionales e internacionales.