Economía cubana muestra previsiones para 2025
En un contexto de adversidades económicas globales y nacionales, el ministro de Economía y Planificación de Cuba, Joaquín Alonso, presentó el plan económico para el año 2025, en un encuentro previo al IV Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional, en su X Legislatura. Este plan es el resultado de un extenso proceso de análisis de escenarios y ajustes a las condiciones reales que enfrenta la isla, y tiene como objetivo ofrecer una respuesta efectiva a los desafíos que continúan marcando la recuperación económica de Cuba.
Durante su intervención en la Comisión Económica del Parlamento, Alonso explicó que el plan está fundamentado en las evaluaciones de los escenarios globales actuales y en las directivas de Gobierno aprobadas previamente por la dirección del país. Aseguró que las consultas para la elaboración del plan revelaron una discrepancia entre las demandas presentadas por los participantes y las capacidades generadas por la economía cubana. Según el Ministro, las proyecciones mostraban déficits imposibles de cubrir con las fuentes previstas, lo que obligó a replantear las estrategias para encarar la situación.
Frente a este panorama, las autoridades cubanas han considerado diferentes variantes de ajuste en las principales categorías de la economía, bajo la premisa de manejar la crisis, mitigar los efectos de la guerra económica y avanzar hacia la estabilización. Alonso subrayó la importancia de que este plan se constituya como un instrumento real para conducir la economía en tiempos de tensiones continuas, reconociendo que será necesario movilizar todas las reservas posibles para hacer frente a los desafíos.
El Ministro también destacó que los resultados obtenidos de la implementación de las Proyecciones de Gobierno y las decisiones tomadas en los últimos meses han acelerado la evaluación y aprobación de transformaciones clave para el país. Estas decisiones, según Alonso, son fundamentales para el impacto que deben tener en el 2025, y forman la base de las fuentes adicionales necesarias para avanzar en la recuperación económica y social.
Entre las prioridades del plan, Alonso mencionó la continuidad en la implementación del Programa de Estabilización Macroeconómica, que se centra en acciones destinadas a reducir de manera paulatina los desequilibrios que persisten en la economía cubana. Asimismo, subrayó la importancia de incrementar los ingresos externos y de fomentar la producción nacional, lo cual se considera esencial para fortalecer la autonomía económica del país. También destacó la necesidad de asegurar los recursos destinados a la Defensa y al Orden Interior, y la recuperación gradual del sistema electroenergético nacional.
El Ministro no dejó de hacer hincapié en el carácter social del plan, mencionando que se atenderán con especial prioridad las políticas en sectores clave como la salud, la educación y el bienestar social. En este sentido, se prestará atención a las personas, familias, hogares y comunidades en situación de vulnerabilidad. Además, Alonso destacó la incorporación de la ciencia, la tecnología y la innovación como elementos claves para la recuperación de la economía, lo que apunta a un enfoque más integral y sostenible.
Otro aspecto relevante del plan es el fortalecimiento de las gestiones internacionales en proceso, que incluyen la posibilidad de acceder a nuevas fuentes de financiamiento provenientes de instituciones financieras extranjeras. Estos fondos estarían destinados a proyectos en áreas clave para el desarrollo económico y social del país.
Sin embargo, el camino no estará exento de retos. Según el ministro, uno de los principales obstáculos a los que se enfrenta el país es la postura de la nueva administración norteamericana, que sigue imponiendo restricciones y obstáculos a la economía cubana. Además, las variables climatológicas también se presentan como un factor incierto, ya que eventos naturales podrían impactar negativamente en la estabilidad económica y social de la isla.