Cuba presenta nuevos productos con materia prima nacional
El Instituto de Investigaciones para la Industria Alimentaria ha dado un paso significativo hacia la sostenibilidad y la innovación en la producción de alimentos en Cuba. En la reciente Feria Innovación para el Desarrollo Sostenible, la institución presentó 32 nuevos productos, resultado de proyectos investigativos que buscan maximizar el uso de materia prima nacional.
Entre los productos destacados se encuentran el agua de coco envasada, con una durabilidad de más de seis años, y una variedad de líquidos analcohólicos, jugos, refrescos y yogures con edulcorantes que reducen el contenido de azúcar. Además, se exhibieron panes y galletas elaborados con harina de frijol caupí y de yuca, como sustitutos parciales del trigo.
Jesús Rodríguez Mendoza, director general del Instituto, compartió con la Agencia Cubana de Noticias que durante el año 2024, la entidad se centró en desarrollar fórmulas para embutidos, bebidas, y productos de panadería y repostería. La prioridad ha sido crear alimentos funcionales, especialmente diseñados para personas con condiciones de salud como diabetes, problemas metabólicos y hormonales, y para celíacos.
Este enfoque busca reducir las importaciones y potenciar el uso de productos nacionales como la yuca, el mapen y el frijol caupí, de los cuales se obtienen harinas para sustituir parcialmente el trigo.
Las nuevas elaboraciones están en proceso de desarrollo en las seis plantas productivas del Instituto y se espera que este año comiencen a introducirse en la industria alimentaria tras su presentación en todas las provincias del país.
Rodríguez Mendoza también destacó la creación de productos dirigidos a los niños, ricos en nutrientes, como jugos de remolacha, zanahoria y guayaba, cremas untables, y mayonesa sin huevo elaborada con harina de frijol caupí. Asimismo, se han desarrollado panes, galletas y palitroques con harina de yuca, frijol caupí o arroz, todos con un alto valor nutricional que promete impactar positivamente en la salud de la población.
Desde una perspectiva económica, estas innovaciones permitirán a las industrias incorporar nuevos surtidos, fortaleciendo así la economía local y promoviendo la autosuficiencia alimentaria en Cuba.
