Mirta Ibarra recibe el Premio Nacional de Cine 2025
La prestigiosa actriz cubana Mirta Ibarra fue galardonada con el Premio Nacional de Cine 2025, reconocimiento que le será entregado este viernes en el cine Charles Chaplin, como parte de la clausura del Encuentro Internacional de Cine Restaurado.
El jurado, integrado por destacadas figuras del séptimo arte en la isla, decidió por mayoría otorgarle este lauro en honor a su excepcional trayectoria y su profunda capacidad para interpretar personajes con sensibilidad y compromiso social.
Con una carrera que abarca más de cinco décadas, Ibarra no solo ha dejado huella en la cinematografía nacional con actuaciones memorables en filmes emblemáticos como Fresa y Chocolate, Hasta cierto punto, Se permuta y Guantanamera, sino que también ha contribuido de manera integral a la cultura cubana. Su labor en la preservación del legado del cineasta Tomás Gutiérrez Alea (Titón), su esposo, y su incansable dedicación al arte la han convertido en una de las personalidades más respetadas dentro y fuera de la isla.
En una entrevista transmitida por la televisión cubana, la actriz confesó sentirse profundamente emocionada por este premio, al que considera también un tributo a los espectadores. "Cuando camino por las calles y la gente me dice 'te admiramos', 'te queremos', 'sigue así', eso me llena de orgullo y me impulsa a continuar", expresó conmovida.
Nacida en San José de las Lajas el 28 de febrero de 1946, Mirta Ibarra es mucho más que una actriz. Graduada de Literatura Latinoamericana en la Universidad de La Habana, ha incursionado como guionista, dramaturga y documentalista. En 2008 debutó como realizadora con el documental Titón: de La Habana a Guantanamera, un sentido homenaje póstumo a su compañero de vida. Además, es autora del libro Volver sobre mis pasos, una compilación de cartas escritas por el reconocido cineasta.
A lo largo de su carrera, ha recibido numerosos reconocimientos, entre los que destacan el Premio ACTUAR por la Obra de la Vida en 2019, el Premio Lucía de Honor en 2018 y la Distinción por la Cultura Nacional en 1996. Su trabajo trasciende las pantallas y se consolida como un pilar fundamental del arte cubano, dejando un legado que seguirá inspirando a futuras generaciones.
