Hace 167 años llegaron los chinos a Cuba

Siempre a principios de junio se celebra en Cuba la llegada de los chinos a nuestros país, marcada por el desembarco de la carga de culíes del Bergantín Ocampo, en el puerto de Regla, el 3 de junio pero del año 1847.
Anterior a esta fecha desde el territorio asiático habían llegado varios chinos, buscando mejoras económicas para ellos y su familia, pero no había sido de una forma masiva ni sistemática como sucedió después.
Desde 1842, con la presión del gobierno inglés para acabar con la trata de esclavos y favorecer el desarrollo económico de sus colonias en el mundo, empezó a desarrollarse el sistema de contratación de colonos asiáticos y su traslado a territorios coloniales, fundamentalmente.
No fue hasta 1847 cuando la corona española dictó las disposiciones que permitían traer los llamados culíes desde los puertos chinos a sus colonias de América.
A nuestra Isla llegaron, entre 1847 y 1883 más de ciento cincuenta mil culíes, empleados, en su mayoría, en las plantaciones azucareras, sometidos a las mismas injustas y crueles condiciones que los negros esclavos y obligados además a sufrir la exclusión que imponen las diferencias de idioma, religión, clima, costumbres y tradiciones culturales; y a una cruel discriminación.
A partir de los años sesenta del propio siglo XIX se produjo otra migración de chinos, pero esta vez procedente de Estados Unidos y con condiciones socioeconómicas diferentes; y en los primeros treinta años del siglo XX sucedió un tercer proceso migratorio.
Esta migración se asentó en nuestro país y trajo consigo sus asociaciones, teatros, farmacias, restaurantes, periódicos, conjuntos musicales y contribuyeron al afianzamiento de sus tradiciones culturales en la sociedad cubana.
Varios son los ejemplos de la entrega de los chinos a las luchas libertarias y revolucionarias de nuestra patria, desde la Guerra de los 10 Años hasta la lucha insurreccional y la construcción del socialismo cubano, herencia legada a sus descendientes que cada año, entre el 30 de mayo y el 3 de junio festejan la llegada de sus ancestros a esta tierra antillana, que con júbilo y orgullo agradece su presencia.
Con información del Barrio Chino