El orgullo de Eusebio Leal por su Habana

alina
11 November 2014 12:20pm
El orgullo de Eusebio Leal por su Habana

Como preámbulo de los festejos por los 495 años de fundación de La Habana, el historiador de la ciudad Eusebio Leal Spengler atendió a la prensa y les conminó a seguir divulgando el esfuerzo de su equipo en mantenerla viva.

   Eusebio Leal Spengler constituye una figura emblemática de la cultura cubana. Esta afirmación va incluso más allá de su desempeño como historiador de La Habana, y como director de la Oficina del Historiador de esta urbe, se relaciona con su espiritualidad y el amor que siente por esta villa.

  Tal criterio resulta casi unánime de quienes le conocen o tan siquiera tienen contacto con él en una oportunidad, e incluso ya destaca entre muchos viajeros que al oír su nombre quieren conocerlo, por trascender las fronteras de la isla.

   Hombre de intelecto y fuerza de voluntad, el lunes 10 de noviembre se reunión en el Palacio del Segundo Cabo para dar la bienvenida a un grupo de periodistas nacionales y extranjeros que estaban convocados para un recorrido por las obras más emblemáticas de 2013 a 2014.   Su habitual verbo inundó a los presentes a partir de una síntesis que bien puede apoyarse en que pese a las dificultades la protección de La Habana continua, y la conminación a los más jóvenes a seguir con dicho empeño.

   Leal, distinguió los esfuerzos de muchas personas en el trabajo de años para rescatar la parte vieja capitalina, a propósito del Aniversario 495 (16 de noviembre) de esta ciudad.

   Mostró regocijo por el esfuerzo de varias generaciones de cubanos y el apoyo de entidades internacionales para mantener y mostrar una Habana de relieve cultural único, reconocido en el mundo, a la que llegan cada año muchos visitantes extranjeros.

   Dijo que “nadie enciende la luz para esconderla”, en alusión a los esfuerzos restauradores, sobre todo los realizados de 2013 hasta este año, una larga lista.

   En esa relación aparecen el Teatro Martí, el Antiguo Almacén de la Madera y el Tabaco (actualmente cervecería artesanal), el Bodegón del Queso, Sloppy Joe´s Bar, Tienda Trianón, Café O´REilly, Monumento a Calixto García, inmobiliarias, museos y viviendas.

  El inventario abarca 21 planes que extenderán su ejecutoria hacia 2015 y en la que tomaron parte no solo especialistas sino muchos vecinos de esta parte de La Habana.

   Dijo que esta estrategia representa una evolución de las obras y del pensamiento restaurador y recordó 1982, cuando la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco), determinó a esta urbe como Patrimonio Cultural.

  También reflejó que la Oficina del Historiador se originó en los esfuerzos de su antecesor Emilio Roig de Leuchsenrig (1989-1964) y tendrá continuidad en el futuro.

  Por tanto, aclaró las ideas originarias se transformaron en doctrina de sustentabilidad gracias al Decreto Ley 143 de octubre de 1994 que hizo posible muchas de estas salvaguardas.

  Agradeció a la Unión Europea y a la Unesco por la ayuda en los trabajos recuperativos y conminó a las nuevas generaciones a seguir este esfuerzo.

  Reflejó entonces un debate histórico sobre el primer asentamiento de La Habana (se piensa en la región de Melena del Sur), pero dijo que para probarlo es necesario el trabajo de arqueólogos.

  Leal prefirió celebrar 495 años y no 500 (como sería de considerarse el otro asentamiento), pues estos cinco deben servir no para arreglos cosméticos, sino para soluciones profundas, desde adentro, en alusión a resolver además problemas sociales.

  Agradeció a los participantes en un recorrido organizado por la Oficina del Historiador, la Dirección de Patrimonio y Habana Radio como preámbulo de los festejos por el aniversario de la ciudad.

LA CIUDAD QUE AMA LEAL

   Fundada definitivamente en 1519 a la sombra de un frondoso árbol, una Ceiba, (ahora el cuarto o quinto plantado por los lugareños en el mismo lugar del primigenio), La Habana devino de repente como una ciudad muy cosmopolita cargada de viajeros de todas partes del mundo deseosos por conocerla en profundidad.

   Un ambiente delicioso, al mejor estilo de la Torre de Babel, se respira en sus callejuelas por donde pasean gente llegada desde cualquiera de los cinco continentes, hablando su idioma, pero compenetrándose con los capitalinos de la única manera posible: mediante la cordialidad.

   Precisamente, en la capital cubana se puede observar perfectamente las bondades principales del turismo, como elemento de unificación y comprensiones comunes de diferentes culturas y pueblos.

   Cuba, y La Habana como esencia de esencias, representa a un pueblo muy mezclado, donde las principales procedencias lo constituyen lo español y lo africano, pero también confluyen lo chino, haitiano, alemán, francés, hebreo y de otras muchas partes.

   La Villa de San Cristóbal de La Habana, como realmente es su nombre se fundó un 16 de noviembre a orillas del Puerto Carenas, luego de que en 1515 tuviera un asentamiento inicial en la costa sur del país.

   Esta primera ciudad en la zona occidental insular la definen los expertos como un lugar de grandeza debido a sus monumentos y por una escala humana relacionada mediante sus valores patrimoniales únicos donde se asientan cinco siglos de historia, cargada de riqueza y originalidad.

   La bahía se conforma en punto de reunión de toda la flota española en su viaje hacía la metrópoli llevando las riquezas de todo el hemisferio occidental, custodiadas estas flotas por barcos de guerras, bajo el constante asedio de piratas y gente de toda laya.

   Visto este atractivo particular de una ciudad invadida en 1555 por piratas y en 1792 por la flota inglesa, con sus murallas y refugios, de los cuales aún se conservan pedazos y piedras, podemos decir que es una urbe muy turística.

   Es la capital de la República localizada en los 23 grados y nueve minutos de latitud norte y los 82 grados y nueve minutos de longitud oeste, en la costa septentrional de la parte occidental de la Isla, con límites hacia el norte con el Estrecho de la Florida, y por sus otros costados con la propia Habana rural.

   Abarca completamente 732 kilómetros cuadrados y posee 15 municipios de los cuales nueve son totalmente urbanos, de ellos 4,5 kilómetros cuadrados abarcan la parte vieja, la más interesante propiamente.

   La economía del territorio responde a la industria, el comercio los servicios y el turismo, con el 47 por ciento de todos los hoteles del país instalados en su espacio.

   Se puede hablar de una Habana antigua y una moderna, delineando sus costuras entre calles anchas y estrechas, cada una con una vivacidad muy particular y un efecto en la gente que llega distinto.

   En sus calles se respira la algarabía de la salsa, pero también la suavidad del son y el danzón dos géneros que se arrastran desde hace mucho y representan la forma de bailar “en un solo ladrillo”, contra el desparrame de movimientos de “La Timba”, por ejemplo.

   El cubano lleva en su sangre la música, por ello todo posee ritmo en La Habana, el bullicio de los barrios, el paso de los ómnibus de pasaje, hasta un simple grupo de escolares conversando a la salida de clases.

   Entonces los colores también vibran de alguna manera y los contrastes de claros y oscuros en las esquinas, haciendo juego con las edificaciones de antaño, realizan una guirnalda que constituyen perfectas inspiraciones para pintores y escultores, sobre todo para fotógrafos.

   En su conjunto, la capital se convierte en un polo turístico de vitalidad absoluta, por donde pasa el 90 por ciento de todo el vacacionista que llega a la Isla, ya por año más de un millón 700 mil personas.

   Posee atractivos y valores histórico, monumentales, culturales y paisajes marinos con su bahía y castillos que en su tiempo defendían a la ciudad de los ataques extraños.

   También ofrece intereses arqueológicos, naturales, deportivos, de salud y una gran parte de zonas turísticas y enlaces con otros sitios de áreas y regiones cercanas, o lejanas.

   Voceros de la Oficina de Turismo de La Habana, comentan constantemente que “determinaron seis polos turísticos que constituyen la oferta inmediata y con mayores posibilidades de desarrollo a mediano plazo. Esos sitios se localizan casi en su totalidad en una franja paralela a la costa, vinculada con el paisaje marino que es el atractivo dominante de la ciudad”.

   Estos puntos de importancia o polos son: Playas del Este, Centro Tradicional o histórico, Monte Barreto (en desarrollo), Marina Hemingway (en la porción oeste), el barrio de El Vedado y el poblado marinero de Cojímar, hacia la porción este.

   Ayudan en su recorrido a los turistas, una serie de oficinas o Red de Centros de Información (INFOTUR), ubicados en los puntos de mayor afluencia de público con dos en el centro histórico, en la terminal de cruceros, en 5ta Avenida y 112, municipio Playa, con extensión el Palacio de las Convenciones y PABEXPO, uno de los más importantes centros de reuniones y recinto ferial.

   También se encuentran estas oficinas en las Playas del Este, un reducto marinero en las afueras pero conectado directamente con la ciudad, en el Aeropuerto Internacional José Martí y en cada hoteles propiamente los Buroes de Turismo, donde se complementa este trabajo de información.

   En estos sitios, los viajeros encuentran plegables, detalles de los lugares a visitar, dónde localizar algún foco cultural, una representación teatral, en fin, pueden organizar sus excursiones individuales a partir de unos contactos los INFOTUR.

   Vitalidad, cromatismos, lenguaje campechano y maravillas al andar, ese es el panorama ideal que ofrece una Habana que todos desean conocer y un lugar del cual es bueno siempre recomendar por donde comenzar.

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