El tabaco cubano, una tradición que vive en manos maestras
Indisolublemente ligado a la cultura cubana, el tabaco o también conocidos mundialmente como habano, supone un producto símbolo de la nación. No en vano mantiene cada año su presencia en FITUR como parte del stand de Cuba. De las manos del maestro torcedor Daniel Gutiérrez Jiménez, fue posible disfrutar del “show”, un arte que hila no solo hojas sino la historia y la pasión por una tradición ancestral.
Y es que gracias a su artesanalidad la excelencia del tabaco cubano no tiene parangón con ninguno otro en el mundo. Pero tampoco sería posible sin la dedicación y habilidad de quienes perpetúan este oficio, que trasciende los tiempos y las tecnologías.
Un arte de generaciones
Cuenta Daniel que comenzó a torcer habanos hace casi dos décadas, siguiendo los pasos de su familia en Ciudad Babila, una región con plantaciones de tabaco. "Esto es un mundo fascinante, no es un vicio, es un arte, una maestría", explica, resaltando la conexión emocional que este oficio genera.
Después de pasar por cursos en fábricas especializadas, logró perfeccionar su técnica hasta alcanzar la categoría que le permite torcer más de cinco vitolas, una habilidad que pocos logran dominar.
El desafío de lo artesanal
Sin embargo, de sencillo no tiene nada. Su proceso es complejo y requiere paciencia, dedicación. “No se hace en dos días ni se aprende rápido; tiene que gustarte, si no, nunca se logra” comenta el experto. Desde la elección de las hojas hasta el movimiento preciso de las manos, cada paso refleja la maestría del torcedor. “Los tabacos se tuercen de derecha a izquierda o de izquierda a derecha, dependiendo de las hojas” añade, destacando la precisión que este arte exige.
Ubicado actualmente en el polo turístico de Cayo Coco, Daniel reconoce en el habano una materia prima ideal para atraer visitantes, sobre todo por la posibilidad de ver cómo se hace en directo. “Es todo un show. Nuestro tabaco no solo es el mejor del mundo, también es un símbolo de la nación” asegura sabiéndose parte de otra generación que hace posible seguir construyendo la historia que comenzó desde sus primeros habitantes.