Remedios celebra 205 años de su tradicional parranda
La ciudad de Remedios conmemora este 24 de diciembre los 205 años de su parranda, una celebración que forma parte esencial de la identidad cubana y que la UNESCO reconoció en 2018 al inscribirla en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Este reconocimiento reafirma la vigencia de una tradición que ha sobrevivido al paso del tiempo y que se mantiene como símbolo de autenticidad en la nación.
La festividad nació alrededor de 1820 cuando un sacerdote convocó a jóvenes para recorrer las calles con ruidos que despertaran a los feligreses antes de las misas navideñas. Aquella iniciativa se transformó con el transcurso de dos siglos en una de las expresiones populares más arraigadas de Cuba y del Caribe, con un carácter que combina historia, creatividad y sentido comunitario.
Manuel Eduardo Jiménez Mendoza, jefe del Departamento de Comunicación de la Asamblea Municipal de la octava villa, explicó que especialistas de diversas ramas artísticas como diseñadores, electricistas y pirotécnicos trabajan intensamente para garantizar el esplendor de las carrozas monumentales. Señaló que el despliegue de imaginación incluye la confección de disfraces, la creación de lámparas, estandartes y emblemas que representan a cada sector de la ciudad.
Regla Dayami Armenteros Mesa, delegada del Turismo en esta región central, informó que visitantes nacionales y extranjeros cuentan con alojamientos del Grupo Cubanacan bajo el sello Hoteles Encanto, ubicados en el centro histórico de la ciudad. Estas instalaciones ofrecen exclusividad y encanto a quienes desean acercarse a los mitos, leyendas y la historia que envuelven a esta villa fundacional de la provincia de Villa Clara.
La celebración también despierta emociones entre quienes viven fuera del país. Mirtha Adela Cruz Rodríguez, residente en España, expresó en sus redes sociales una profunda nostalgia por encontrarse lejos de su tierra durante estas fechas de diciembre, que le evocan recuerdos y sentimientos intensos. Afirmó que la parranda constituye un evento único que define su origen y que provoca un deseo constante de regresar para participar en una fiesta que se lleva en la sangre y que resulta difícil de explicar con palabras.
Luis Eduardo Ramírez Espinosa, integrante del barrio San Salvador, manifestó en comunicación telefónica que la parranda representa el momento más esperado para el reencuentro de los pobladores. Describió la experiencia de llegar a la plaza mayor, observar los fuegos artificiales, compartir con la gente y disfrutar de la tradición como un espectáculo que transmite orgullo y reafirma la identidad nacional de quienes nacieron en este lugar.
El entusiasmo también se refleja en la voz de Dairon Pérez Urbano, parrandero apasionado, quien declaró a la Agencia Cubana de Noticias que el evento constituye la madre de las festividades similares en el centro del país por su antigüedad. Aseguró que Remedios no podría existir sin su parranda, porque forma parte de la espiritualidad de la villa y de toda la región norte de la provincia, que ha alimentado esta tradición durante generaciones.
El despliegue creativo de la parranda incluye el diseño y construcción de réplicas y monumentos, carrozas y disfraces, canciones y bailes, fuegos artificiales y decoraciones como lámparas, faroles, estandartes y emblemas alegóricos a cada barrio. Todo ello conforma un espectáculo que combina arte, historia y comunidad en un mismo espacio.
Remedios ha enfrentado huracanes, ataques de piratas y el paso del tiempo sin perder su espiritualidad. No se trata de un pueblo que se ofrezca como producto turístico, sino de un lugar que comparte su esencia con quienes buscan el alma de una Cuba profunda, donde lo histórico y lo cotidiano se funden en una misma realidad.
