No fue un Ras de Mar lo que hizo desaparecer a Santa Cruz del Sur

Dr. José Rubiera
18 November 2020 3:53pm

Hace 88 años un pueblo de Cuba cuyos habitantes eran, en su mayoría, pescadores humildes, nobles y generosos, acostumbrados a “jugar” con el mar, resultó barrido de la faz de La Tierra. Los periódicos de la época señalaron que el triste acontecimiento de aquel 9 de noviembre de 1932 había sido ocasionado por un Ras de Mar, y así pasó a la memoria histórica, a partir de los que vivieron esa época.

Hoy sabemos que no fue este fenómeno el que acabó con aquel poblado, sino que fue uno de los más peligrosos que trae consigo un huracán intenso: La Marea de Tormenta.

Ras de Mar proviene de la locución francesa Rás de Mareé, que equivale a decir en castellano Maremoto, y en japonés, con una palabra que ya se ha esparcido a casi todos los idiomas del Mundo: Tsunami. En efecto, son las olas gigantescas que provienen de un maremoto, o terremoto en el fondo marino.

Lo que ocurrió en Santa Cruz del Sur no fue eso sino, como ya les decía, un fenómeno ocasionado por un terrible huracán.

Noviembre es un mes de transición entre el verano, que termina, y el invierno, que está próximo a comenzar. Por ello, conviven sistemas tropicales, como los ciclones tropicales, y sistemas extratropicales, como lo son las vaguadas polares, los frentes fríos y los anticiclones continentales. Todo esto brinda una variedad de combinaciones que hace que los ciclones tropicales de noviembre no sean de trayectoria tan estable como los que ocurren de julio a septiembre, formados en el Atlántico y con trayectoria al Oeste y Oeste Noroeste, que prácticamente describen una parábola, aunque no todos la terminan.

Siendo así, existen ciclones tropicales, como el reciente ETA, que describen sinuosas trayectorias bajo el influjo de vaguadas y bloqueos de anticiclón continental; o el caso de IOTA, aún más clásico.

Iota se formó al sur y, empujado por el fuerte anticiclón continental que no lo dejó subir en latitud, impactó en Centroamérica y siguió rumbo al Pacífico oriental. Fue una fortuna para Cuba y el Noroeste del Caribe occidental que existiera dicho anticiclón al Norte.

Trayectoria Huracán 1932
 Trayectoria del Huracán de 1932

 

Sin embargo, este no fue el caso del huracán de noviembre de 1932.  Parece haber cruzado por el Sur de Puerto Rico a principios de noviembre, proveniente del Atlántico, y cruzado algo después próximo a la costa colombiana, ya como huracán. Con Gran Intensidad, continuó al Oeste hasta las cercanías de cabo Gracias a Dios, Nicaragua, y giró su trayectoria al Norte, hasta el Oeste de Jamaica, y de ahí al Nordeste, hacia Cuba.

Esta es una trayectoria aproximada que concuerda con los pocos datos observacionales que existen. Recuerden que por aquel entonces no había ni satélites, ni radares meteorológicos, ni existían los aviones de reconocimiento a huracanes, de ahí que, a veces, algún ciclón tropical sorprendía a alguna zona costera o a algún buque, y a partir de entonces se le seguía la trayectoria cómo se podía.

El huracán, había así, recurvado, como se le conoce a ese movimiento en el lenguaje meteorológico, posiblemente bajo el influjo de los vientos del Suroeste de una vaguada en altura, típica del mes de noviembre, que lo hicieron tomar rumbo al Nordeste.

En esa época había en Cuba dos servicios Meteorológicos que daban Boletines a la prensa y a la población.

Uno de ellos era el Servicio Oficial, comandado por el Ing. José Carlos Millás, en el Observatorio Nacional de Casa Blanca, La Habana. Una autoridad ya reconocida nacional e internacionalmente, desde que en 1910 lograra establecer que el célebre huracán de los Cinco Días había sido un sólo huracán, cuya trayectoria describió un gran lazo, y no dos huracanes como algunos pensaban, entre ellos, el Servicio Meteorológico de los EE.UU. En honor de su descubridor, que lo demostró fehacientemente en una conferencia celebrada en Washington, ese fenómeno recibió para la posteridad el nombre de “Lazo de Millás”.

El otro Servicio era el del Observatorio del Colegio de Belén, en La Habana, de muy buena reputación por sus logros alcanzados desde la época del Padre Benito Viñes, con el primer Aviso de Ciclón Tropical del Mundo, emitido por Viñes en La Habana, en 1875; y su sucesor, el Padre Gangoiti, que advirtió al Servicio Meteorológico de los EE.UU. del gran peligro de un huracán que se dirigía al golfo de México, que después resultó en la catástrofe de Galveston con un triste saldo de 5000 a 8000 muertes, por cierto, debido a un fenómeno similar al ocurrido en Santa Cruz del Sur, que también fue ocasionado por una Marea de Tormenta. También había figuras muy destacadas como el Padre Sarasola, entre otros.

En Cuba había una gran rivalidad científica entre ambas instituciones, que era llevada al terreno por la población de manera casi deportiva, con fanáticos de uno y otro bando.

Millás había pronosticado que el huracán iría hacia Camagüey, y que Santa Cruz del Sur corría un gran peligro. Por su parte, el Observatorio del Colegio de Belén estimaba que el mayor peligro era para la entonces provincia de Oriente.

El Observatorio Nacional emitió una alerta para la provincia de Camagüey sobre el peligro inminente que el territorio fuera afectado y las graves consecuencias que podía traer consigo. En Santa Cruz del Sur se recibió también otra información en la que se reafirmaba el peligro. Pero, el tiempo estaba en calma, y una gran parte de la población no tomó las medidas necesarias ante lo que estaba por venirles encima. Además, había pronósticos de que el peligro era para Oriente.

Hoy en día, sabemos muy bien lo peligrosos que pueden ser los mensajes diferentes en estos casos de peligro, que pueden ser hasta contradictorios y ocasionar la dispersión de la atención. A tono con esto, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) recomienda a los países Miembros, que los Servicios Meteorológicos deben actuar con sólo una voz en los casos de fenómenos meteorológicos peligrosos, a fin de que no haya distracción alguna.  Además, la OMM hace énfasis en que sólo la autoridad meteorológica de un país es la única voz autorizada para la emisión de la información meteorológica.

Pero, volvamos al huracán de 1932. Este huracán tenía la intensidad de lo que hoy se conoce hoy como Categoría 5, de Gran Intensidad, con vientos máximos de algo más de 250 kilómetros por hora. El centro del huracán llegó a tierra a unos 60 kilómetros al Oeste de Santa Cruz del Sur, cerca de un lugar conocido como Punta de Macurije.

Marea de Tormenta
Ilustración de lo que es la Marea de Tormenta. Es el resultado de la suma de la Marea Astronómica, con la Surgencia (o marea ciclónica), que se produce por la elevación del mar en el ojo del huracán, debido a la baja presión, teniendo, además, las olas que impulsa el viento huracanado y avanzan por sobre la elevación del nivel del mar. Eso forma una pared de agua que avanza tierra adentro, destruyendo todo a su paso.

 

Al estar situado al Oeste, los fortísimos vientos de la zona central del huracán soplaron hacia donde estaba enclavada la población de Santa Cruz del Sur. La Marea de Tormenta, que no es más que la suma de la sobrelevación del nivel del mar a consecuencia de la baja presión del centro del huracán (Surgencia o Marea Ciclónica), con la Marea Astronómica, y por encima, la marejada formada por el fuerte viento, lo que conformaron una verdadera pared de agua de una altura de, al menos, 6.5 metros, la cual se abalanzó sobre la población, arrastrando todo a su paso. Hay que recordar, que un metro cúbito de agua pura pesa una tonelada; ¿Cuánto pesaría todo ese volumen de agua impulsado a tierra?

Esa altura del agua es bastante precisa, pues había una nave sin paredes, y en sus pilares había ánforas colgadas, las que aparecieron después llenas de agua de mar; las mismas estaban colgadas a 6.5 metros sobre el suelo.

Se dice que en Santa Cruz del Sur fueron destruidas 575 casas. Realmente todo el poblado quedó destruido y barrido del mapa.

Información en Periódico de 1933
 Recoerte de periódico de 1933, un año después del desastre

 

Ha habido algunas discrepancias en cuanto a la cifra del número de fallecidos. Recuerdo que en los archivos del Instituto de Meteorología había un periódico de noviembre de 1933, un año después de la tragedia. En él aparecían los datos de los estudios forenses y la prospección que se habían realizado sobre el terreno. Me pareció muy serio y de fecha cercana a la tragedia. Daban una cifra exacta de 3033 muertes contabilizadas, por ello, esa es la que yo tomo. Los residentes de la provincia siempre contaron que al menos 3500 personas fallecieron ese trágico día, quizás teniendo en cuenta el número impreciso de desaparecidos, que incluso, el mar en su retirada, pudo haber transportado sus cuerpos hacia el mar.

El desastre acaecido en Santa Cruz del Sur, el nueve de noviembre de 1932, ocasionado por un huracán de Gran Intensidad categoría 5 y la marea de Tormenta que produjo, es considerado el mayor desastre ocurrido en la Historia de Cuba, siendo el segundo lugar el desastre del huracán “FLORA” en 1963.

Daños-Santa Cruz del Sur
Obsérvese la inclinación de los postes: señalan la dirección en que vino la pared de agua. Todo quedó arrasado.
Daños en Santa Cruz del Sur
Daños.Santa Cruz del Sur: Pie de foto: Otra escena del desastre ocurrido en Santa Cruz del Sur

 

 

Back to top