Edificios patrimoniales en Cuba

España encontró en Cuba el único lugar donde no fueron rechazados, a pesar de ser los últimos en abandonarlo, fundiéndose en un entorno social como parte inherente de la nacionalidad cubana.
Para comprender este vasto legado cultural dejado por los españoles en este país, sería necesario observar y comprender en cada momento histórico de su desarrollo y transformación la magnífica obra de los ingenieros, arquitectos y constructores en general. La historia del desarrollo económico y de la propia civilización queda reflejada en la historia de sus construcciones. La arquitectura refleja en su esencia misma el contexto histórico, político y social en que se crean y se manifiesta en sus ejecuciones.
Con el transcurso de más de cinco siglos de historia, hubo edificaciones que sufrieron modificaciones por diversas causas, pero siempre es curioso observar las primeras obras realizadas y las que han perdurado a través del tiempo.

Durante la conquista, los españoles no fueron tanto colonizadores como buscadores de riquezas rápidas y fáciles, aprovechando el inhumano sistema de encomiendas para su enriquecimiento sin planes de asentamiento permanente. Utilizaron el arte arquitectónico indígena, que era vibrante, vigoroso y económico, principalmente visible en la campiña cubana con la preferencia por el bohío, legado que perdura hasta nuestros días.
En 1510, una vez fallecido Colón, los Reyes Católicos españoles encargaron al adelantado Don Diego Velázquez de Cuéllar comenzar el proceso de colonización de Cuba, que se desarrolló en un período relativamente corto.
Una villa era un asentamiento rural compuesto por un edificio residencial principal y otros secundarios desde los cuales se administraba una explotación agrícola. Basándose en este criterio, los conquistadores fundaron y trazaron las primeras villas cubanas. Estos centros patrimoniales han perdurado hasta hoy, expandiéndose a su alrededor y manteniendo un delicado equilibrio entre la visión inicial de sus fundadores y la adaptación a la modernidad, preservando su esencia original.

El valor de la antigüedad sobrepasa a otros ideales de la obra y gana adeptos cada día; así, el reconocimiento de lo antiguo perdura en el presente. Las iglesias se destacan como hitos que generan la trama urbana. A medida que las ciudades se conformaban alrededor de estos templos, estos evolucionaban y adquirían una importancia arquitectónica significativa en las ciudades cubanas e hispanas. Estudiosos coinciden en catalogar como inigualable el conjunto de instituciones religiosas creadas por los colonizadores en las primeras villas, representando la arquitectura y siendo centros rectores del conocimiento, la historia y la cultura de la Isla. El trazado urbano y las antiguas edificaciones de diversas funciones sociales y civiles son parte de la herencia hispánica en las primeras villas fundadas en Cuba, que aún perduran a pesar de las inclemencias del tiempo, los sismos e incendios, manteniéndose en pie con el desarrollo de cada época.
VILLA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD (1514)
Se dispuso su creación cerca de la bahía de Jagua debiendo su nacimiento a la industria azucarera. Mudada en 1515 para acercarla a los lavaderos de oro de la zona. Se distingue de otras ciudades coloniales por sus callejuelas empedradas y la preservación casi original de sus antiguas edificaciones, siendo un testimonio invaluable de las fundaciones españolas en el Mar Caribe. Entre sus construcciones más notables se encuentran la plaza Mayor y la Iglesia Mayor de la Santísima Trinidad. Cerca de la ciudad se encuentra el Valle de los Ingenios, un monumento arqueológico de la industria azucarera.
VILLA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN DE BARACOA (1511)
Conocida como la primada de Cuba, nunca cambió su ubicación original y conserva su trazado Su imagen urbana es distintiva por el color rojizo de sus tejas, el diálogo con el azul del mar y el verde de las montañas. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa alberga la Santa Cruz de la Parra, traída por los españoles en su primer contacto con el archipiélago.
VILLA SAN CRISTOBAL DE LA HABANA (1514)
Única villa creada por Don Pánfilo de Narváez en la costa sur de Cuba en 1514, moviéndose de lugar quedando finalmente instaurada el 16 de noviembre de 1519 en su actual posición, aprovechando las magníficas condiciones de su bahía. La ciudad conserva ejemplos de viviendas construidas en el siglo xvi, la más antigua está ubicada en el caserío inicial de su capital, al lado de la plaza de Armas. Sus balcones de madera, patios interiores y patrimonio pictórico la convierten en un testimonio vivo de la arquitectura doméstica de la villa.
VILLA SAN SALVADOR DE BAYAMO (1513)
Fundada en el lugar que hoy ocupa Yara y trasladada a fines de 1514 al pueblo indio de Bayamo, esta villa se convirtió en la más próspera de la Isla. La majestuosidad legendaria cubre a este pueblo, que ha resurgido de las ruinas en varias ocasiones a lo largo de su historia. Su iglesia primitiva de San Salvador de Bayamo ha sido reconstruida en múltiples ocasiones, constituyendo una muestra importante de la arquitectura colonial bayamesa. Además, todavía conservan la tradición de los coches tirados por caballos como un recuerdo de la época colonial.
VILLA SANCTI SPÍRITUS (1514)
Se fundó sobre la ribera occidental del río Tuinucú, en el centro de la Isla. En 1522 se trasladó a unos ocho kilómetros del lugar original. Es la única villa que se fundó con un nombre en latín para enaltecer a una de las figuras de la Santísima Trinidad. La Iglesia Parroquial Mayor, principal edificación de la religión católica, es el edificio más antiguo fechado en la villa del Espíritu Santo. Sobresale por sus encantos arquitectónicos y el acervo de mitos e historias tejidas a su alrededor, destacando su torre campanario por su altura, lo que la convierte en una manifestación criolla de la arquitectura morisca con los valores más auténticos de la colonización en un solo edificio.
VILLA SANTA MARÍA DEL PUERTO DEL PRINCIPE (1514)
Se fundó en la costa norte de la Isla, donde el Almirante Cristóbal Colón había plantado la cruz a su llegada, siendo trasladada hacia tierra adentro hasta su emplazamiento definitivo en 1530. Su casco histórico refleja los estilos coloniales de la época, con calles estrechas y curvilíneas, y callejones angostos sin salida alguna. Solo resistieron el paso del tiempo los dos conventos, La Merced y San Francisco. Este último ha sido intervenido varias veces, atribuyéndole la jerarquía de mayor antigüedad a pesar de los cambios de estilos sufridos.
VILLA SANTIAGO DE CUBA (1515)
Fundada el 25 de julio de 1515, después de su traslado a mejor enclave en la bahía, en ocasión de los festejos a Santiago Apóstol, de ahí su nombre. Ubicada al sur de la región oriental y conocida por La Ciudad de La Historia y dedicada en sus inicios a la búsqueda y explotación de oro, plata y cobre. Conserva el diseño urbano en retícula regular y sus calles organizadas en torno a la plaza Mayor (hoy parque Céspedes) llenas de vida y color, rebosantes de cultura y tradición con joyas arquitectónicas de valor patrimonial, de origen doméstico, civil y religioso. La más antigua de sus edificaciones, considerada también la de América es la morada del adelantado Don Diego Velázquez de Cuéllar, donde funcionaba la casa de contratación para los colonos y el horno de fundir el oro de la Corona (hoy museo de Ambiente Histórico).
Texto y Fotos: María del Pilar Lenzano Pascual, Arquitecta y directora de Patrimonio, Inversiones y Construcción del Gobierno Provincial de Santiago de Cuba.