Un brindis por la felicidad con Familia Torres en la Fiesta del Vino
Unidad, amistad, buena voluntad, felicidad... Esto y más es lo que simboliza un brindis. Alzamos las copas para celebrar y agradecer, desear buenos tiempos y mucha salud.
Son esas las buenas vibras que siempre transmite un brindis, como el que vivieron los asistentes a la presentación de Familia Torres en la XXIII Fiesta Internacional de Vino, celebrada recientemente en el Hotel Nacional de Cuba.
Carlos Acosta Baquero, director general de Miguel Torres Cuba y área mánager en Centroamérica y el Caribe, recordó que la compañía ha estado presente en todas las ediciones de este evento, como parte de su compromiso por extender en la Mayor de las Antillas la cultura vitivinícola.
En el Salón Taganana del Hotel Nacional de Cuba, destacó en la presentación el International Wineries for Climate Action, una iniciativa de Familia Torres y Jackson Family Wines, que busca convertir la producción de vino en una actividad totalmente sostenible, con emisiones cero de CO2 para 2050.
Acosta Baquero explicó en ese sentido que impulsan la viticultura regenerativa, con prácticas medioambientales sostenibles, y a la que se han unido 34 empresas de nueve países hasta este momento.
Entre otras acciones, una muy singular es que ahora en Familias Torres atrapan el CO2 de la fermentación y lo inyectan en las botellas al envasar el vino. De esta forma reducen las emisiones al medioambiente.
Familia Torres tiene además el honor de haber sido seleccionada este año como el World Most Admired Wine Brand de Drinks International, sexta ocasión en que lo consiguen de las once ediciones de este galardón. Para ello, Drinks International escoge los mejores vinos a partir de los criterios de más de 2 000 colaboradores.
En el encuentro, se realizó la degustación de dos vinos, uno blanco y otro tinto, con denominación de origen en Ribera del Duero, España, uno de los viñedos de Familias Torres.
El verdejo brindó notas cítricas y una acidez que enamora, tal y como destacaron los asistentes, que lo consideraron como un vino excelente para iniciar una velada, o simplemente pasar un rato en familia.
Luego, fue el turno del Celeste Roble, incluido en una familia que reproduce las constelaciones. Este tinto trajo al paladar frutos maduros y un recuerdo pacificador, muy estilizado, tal y como lo aportan las uvas concentradas y cultivadas cerca de una rivera con alta mineralidad.
Con el Celeste Roble se realizó el brindis, un acto que finalizó una velada llena de buenos deseos y el toque de felicidad que siempre aporta Familias Torres a la Fiesta Internacional del Vino.
