Inspirar más que vender en el turismo de bodas
Cuba se consolida cada vez más como un destino atractivo para el turismo de bodas y celebraciones, gracias a una infraestructura hotelera diversa que incluye 62 instalaciones con más de 13 000 habitaciones, que van desde opciones de lujo hasta alternativas más accesibles. Esta diversidad permite al país atender distintos públicos y posicionarse como un destino auténtico, competitivo y diferenciado.
En este contexto, Blue Diamond Resorts ha desarrollado un portafolio de marcas que cubre múltiples segmentos: desde la exclusividad de Royalton y Mystique, pasando por propuestas familiares como Memories, hasta opciones más económicas como Starfish. Entre sus novedades destaca Resonance, un concepto innovador que, dentro de un mismo complejo, ofrece dos ambientes: uno dirigido al público joven, bajo el lema “La fiesta nunca se detiene”, y otro enfocado en bienestar, relajación y cultura.
Entre los principales exponentes de La Habana sobresale Royalton Habana, frente al Malecón, con vistas excepcionales al Castillo del Morro y al Paseo del Prado. Conocido como “el lugar donde las sensaciones crecen”, este hotel se perfila como escenario ideal para bodas y eventos, gracias a la distinción de sus terrazas y el valor histórico de su entorno. A él se suman Mystique Habana, un hotel boutique que rescata el glamour de inicios del siglo XX, y el histórico Hotel Inglaterra, inaugurado en 1875, que hoy ofrece propuestas renovadas para celebraciones en espacios legendarios.
Un elemento común en estos hoteles son sus terrazas, concebidas como escenarios privilegiados para recepciones y eventos memorables. Además, se ofrecen programas complementarios que enriquecen la experiencia de los novios y sus invitados, como clases de baile, degustaciones, recorridos culturales y actividades temáticas.
En Varadero, uno de los polos turísticos más importantes del país, destacan Royalton Hicacos, Mystique Casa Perla —un hotel boutique que combina historia, elegancia y ambiente íntimo— y Resonance Varadero, concebido como escenario de grandes fiestas y festivales. También sobresalen las opciones de Sanctuary at Grand Memories y otros resorts solo para adultos.
Igualmente, hoteles en Cayo Santa María, Cayo Coco y Cayo Largo del Sur, destinos privilegiados por la belleza natural de sus playas y su idoneidad para ceremonias singulares, como bodas submarinas, a bordo de catamaranes o en entornos exóticos.
El servicio de bodas se organiza con rapidez y eficiencia: todas las solicitudes reciben respuesta en menos de 24 horas, y cada evento cuenta con un equipo especializado en coordinación y logística. La experiencia internacional, por ejemplo, en Canadá, ha fortalecido la capacidad de personalización y adaptación a diferentes tradiciones y necesidades.
La propuesta cubana combina la ceremonia con vivencias auténticas: desde la música tradicional y la coctelería local, hasta elementos culturales como la danza y el tabaco, creando experiencias irrepetibles para cada celebración. La colaboración estrecha con coordinadores de bodas asegura cercanía, creatividad y atención al detalle, transformando cada evento en un recuerdo inolvidable.
Cuba no solo ofrece escenarios de singular belleza para bodas y celebraciones, sino también experiencias que integran cultura, historia, tradición y hospitalidad. Esa combinación es la mayor fortaleza del país y su camino para consolidarse como un destino de bodas de referencia internacional.
