Biden y el deseo de los norteamericanos de viajar a Cuba
Hace poco más de un mes, Caribbean News Digital informaba sobre el más reciente reporte de la Organización de Turismo del Caribe (CTO), en el que Cuba volvía a ser tendencia para los viajeros estadounidenses, concretamente para viajes a partir de 2021.
Ahora, la empresa de software de inteligencia comercial Adara acaba de compilar una serie de datos para generar información sobre las tendencias de los viajeros norteamericanos para fechas tan próximas como el Día de Acción de Gracias, las fiestas de fin de año, el período de Navidad y Año Nuevo. La sorpresa vuelve a ser Cuba, otra vez ubicada en el medio de la lista.
Los datos dejan claro que México es el destino número uno para los norteamericanos en lo que resta de 2020. En segundo lugar figura República Dominicana, y luego le siguen -por ese orden- Puerto Rico, Islas Vírgenes, Cuba, Colombia, Jamaica, Haití, Costa Rica y Brasil, para completar el top-10.
Entre ambos informes existe una notable diferencia. El de la CTO, valoraba las búsquedas de destinos por parte de viajeros potenciales, mientras que el de Adara revela las reservaciones reales hechas por quienes ya han decidido, al menos por ahora, viajar a esos destinos.
La investigación de Adara demuestra que esos diez países se presentan como los grandes ganadores de esta temporada festiva, liderando la demanda tanto de hoteles como de aerolíneas, ya que muchos viajeros renunciarán a desplazarse largas distancias y sustituirlos por escapadas cercanas en un clima cálido.
El año pasado, durante el mismo período, algunos de los principales destinos de los estadounidenses fueron el Reino Unido, Japón, India, España y Alemania, todos fuera del Caribe. Aquí entra a jugar, sin necesidad de muchas explicaciones, el factor Covid-19.
Biden y un posible cambio de política hacia Cuba
Bastaron cuatro años de la administración republicana de Donald Trump para que las relaciones entre Estados Unidos y Cuba retrocedieran a la etapa álgida que prevalecía antes de diciembre de 2014.
El triunfo en las elecciones presidenciales 2020 de la fórmula demócrata conformada por Joseph Biden y Kamala Harris, pudiera abrir nuevas posibilidades para que se restablezca el estado de cosas que dejó el presidente Barack Obama cuando culminó su segundo mandato en 2016.
Biden, el presidente electo, prometió hace unos meses, en una entrevista al canal 4 de la cadena CBS en Miami, retomar las relaciones con Cuba y deshacer la política del presidente Trump, quien adoptó muchas medidas contra la isla “a golpe de órdenes ejecutivas”.
Aún desde una mirada completamente especulativa, en el ámbito de los viajes y el turismo -uno de los sectores más afectados por las medidas de Donald Trump- Biden pudiera, después del 20 de enero de 2021, levantar la prohibición a los viajes de cruceros y restablecer los vuelos de aerolíneas norteamericanas a otras ciudades cubanas, por sólo mencionar dos ejemplos.
De producirse ese cambio, el presidente electo Joe Biden estaría honrando un cambio de política hacia Cuba del que fue partícipe directo cuando se desempeñó como vicepresidente de la administración Obama. Pero además de asumir un camino más sensato hacia la isla, estaría también poniendo en real perspectiva las tendencias de viaje de sus conciudadanos, los mismos que, de forma mayoritaria, votaron por él.
